jueves, 10 de diciembre de 2015

Animación

El termino animación tiene una doble raíz, las cuales son: 
  •           Animus que significa cambio, ayuda, crecimiento. Sugiere acciones, implica movimiento, etc.
  •    Anima que significa dar vida, aliento vital, accionar el pensamiento y la responsabilidad individual y grupal en la toma de decisiones.

Etimológicamente, animación infunde vida, implica el “actuar sobre algo”, motiva para la acción, es un proceso relacional, es decir, “actuar en” una sociedad.
Ambas tendencias son imprescindibles para enfrentarse a los problemas socioculturales ya que tanto animus como anima son complementaras y comunes.
“Dar vida” implica la incitación a un colectivo a ser autónomo, a valerse por sí mismo, a realizar actividades que les permitan el crecimiento como comunidad y que favorezca un sentimiento de pertenencia. Gracias a esto se puede analizar la realidad o realidades de dicho colectivo y evitar que caiga en la marginación.
“actuar en” implica relación con el medio en el que se encuentra, ya que es necesario conocer el entorno para poder intervenir en él. El animador/a debe favorecer el conocimiento del entorno para que la persona sea capaz de actuar en él de forma activa para transformarlo.
Un animado/a tiene que dar, ser responsable y decidido/a para provocar un cambio en los colectivos y por tanto llegar a una transformación de la realidad realizada por los propios colectivos o ciudadanos.

El termino animación apareció por primera vez en 1995 en el curso de una reunión organizada por la UNESCO en Austria, aunque el termino animador ya fue utilizado en 1945 en Francia. (García, 2010)

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